Hay tantas cosas que me gustaría escribir...

Hay tantas cosas que me gustaría escribir que lo escribo todo en un día compulsibamente.
Ese hombre es un patán, una perona ruín que no me deja en paz. El no lo sabe pero todos los días le veo y quisiera dejar de verle para poder vivir tranquila con mi relación de amistad-cariño-sexo-no amor que tengo ahora, entre otras cosas.
Pero es como si estuviera viendo mi hogar, donde he nacido, he crecido y es allí donde debo estar. Es de allí de donde soy. Lo necesito. Pero entre mi casa y yo hay un abismo muy profundo. Debería aprender a vivir lejos de mi hogar. Hay gente que lo hace y es feliz. millones de personas construyen su vida lejos de donde son. Y yo lo estaba ahciendo pero no puedo. Cada vez es una agonía más grande. Mi hogar tiene nombre y apellidos y tarde o temprano voy a ir allí. Porque ya sé lo que es, y no hay nada mejor. Ya sé lo que es y lo necesito con toda mi alma. Voy a mirar mi hogar al otro lado del precipicio y voy a ir. Voy a coger carrerilla y sin mirar atrás, voy a saltar. Puede que me caiga. Me romperé el 70 por ciento de los huesos del cuerpo. Pero ya me pasó y me he curado(no del todo, también es verdad, si no no estaría aquí a punto de saltar otra vez). También puede que salte y cuando llegue, la puerta esté cerrada y ya no pueda vivir allí. Ya no sería mi casa. (Igual de doloroso que la caíada, o incluso peor).
La tercera teoría puede que sea la acertada. Puede que llegue sana y salva, me abran la puerta y seamos felices para siempre en nuestro adosado-con-jardín-perro-y-tres-hijos.Comiendo perdices. O no. Pero yo haré lo que pueda por conseguirlo. Solo hay una vida.
Como para quedarme mirando.