domingo, 14 de enero de 2007

El destino.

Entiendo que lo haya hecho otras veces pero vuelvo a tropezar con la misma piedra una y otra vez.
Ayer le vi y me escondí, rápidamente, como un aterrado conejillo. Despues respiré, tomé aire y entré otra vez en el bar con paso firme y decidido hacia mi objetivo. Tenía que ir al baño, cuando hay necesidad hay necesidad. Lo cierto es que yo no iba estar cómoda hablando con él y pensando que de un momento a otro (citando a mi querido Ivan) se me iban a desatar los infiernos!
Cuando salí del servicio, que queda muchísimo más fino que water, el chico ya se había ido.
"Jo tía! Qué rabía!Tenías que haber ido a hablar con él!Jo tía! Era el destino que te lo ibas a encontrar!Jo tía!"
Bueno, pues también era el destino que iba a hacer el gilipollas.
Otra vez será.

No hay comentarios: