Porqué por fin me he dado cuenta de que nunca lucharás por mí. No me sirve de nada la certeza de que te gusto, la certeza. No, espera, es mucho más que eso, lo sé porque me lo has explicado y te he creído. Es mucho más, mucho más. Pero no te entiendo. Te entiendo y no te entiendo. Tengo un efecto en ti que nada ni nadie ha tenido nunca. Lo sé y no me invento nada. Sin embargo vas a renunciar a vivirlo. Porque a estas alturas de la película no me invento nada. Sé que tienes miedo. Porque me lo has dicho y porque me lo has demostrado. No sirve de nada que pruebes el agua con el pie. Porque acto seguido te asustas de lo que has sentido y sales corriendo negándolo todo. Y yo ya no me invento nada. Lo sé, porque puedo leer en tus ojos, que cuando llegas a casa te arrepientes de todo, hasta de lo que no llegaste hacer pero deseaste hacerlo con todas las partículas de tu cuerpo. Sé que nunca lucharás por mí. Creí que te darías cuenta. Pero lo niegas todo con la cabeza, susurrándome al oído tu debilidad. No me sirve de nada tu debilidad. No me sirve de nada que me imagines, que me veas y que me ames si yo no estoy ahí para vivirlo.No me susurres lo que harías si no lo vas a hacer, no me susurres cuánto te gustaría atreverte si no vas a mover ni un pelo de tu cuerpo por conseguirlo. Ten valor y experiméntalo de verdad. Solo tenemos una vida. Y tú has tomado una decisión que te contradice en esencia. Aunque no del todo. Nunca lucharás por mí, y mucho me temo que nunca lucharás por muchas otras cosas que me confiesas que deseas. Pero las normas están para algo. Tú tienes tu esquema y en cuanto sacas un pie de ese esquema te arrepientes. Todo esto me duele enormemente. Me duele mucho, soy una pasa seca y moribunda (no pasa nada por exagerar aunque sí sea cierto que lloro todos los días) . Y me duele mucho porque , ya lo sabes, yo siento que lo daría todo por ti, y haría cualquier cosa que tú me pidieras (así de zumbada estoy).

El problema es que tú no me pides nada.