Pienso, luego existo, yo, no sé los demás...

Últimamente tengo una vida de lo más surrealista. Y no es que yo lo diga para hacerme la interesante y compensar que no leo tanto como el 99% de la gente que escribe aquí. Lo que sucede es que no necesito una novela porque mi vida se ha convertido en una especie de novela. Rara. Rara. Rara y da igual por donde lo mires que seguirá siendo rara.

Supongo que con el tiempo lo recordaré y me reiré. De hecho, ya me río, no necesito tiempo. Pero a parte de reírme, no sé por donde me da el aire. Las circunstancias me arrastran, las cosas suceden y menos mal que no tengo que tomar ninguna decisión importante porque probablemente sería algo tipo coger una maleta y marcharme a estudiar a Malasia con un mono mecanógrafo y el hermano gemelo de John Wayne.

Es todo muy raro, y precisamente por eso es muy divertido. Incluso cuando sufro (por amor, se entiende) consigo reírme de mi misma al verme desde fuera. Me convierto, por momentos, en una caricatura de lo que nunca quise ser y me da mucha risa. Ja, ja, lo que nunca pensarías que sucedería sucede y lo que nunca quisiste hacer, lo haces.

Es la vida, estamos para aprender. Y yo todavía estoy descubriéndome a mí misma. Me asombro con cada paso que doy. No me lo esperaba ¿De mí? Que va, yo nunca haría eso.... ¡Tate!

(Gallery)

Sigo.

Pues eso, que como vivimos , aprendemos, cambiamos y evolucionamos, y gracias a eso estaré toda la vida sorprendiéndome de mi misma, a medida que cambie y me descubra haciendo o diciendo (o incluso pensando) cosas que nunca pensaría que fueran propias de mí. ¿De mí? Que va, yo nunca haría eso...